Improvisación en Expresión Corporal
Escribe Raquel Guido • Ilustración: escultura de Gabriela Kerszenblat •
La improvisación –con sus componentes intrínsecos, la espontaneidad y la actitud lúdica–, es un eje central de la Expresión Corporal que se sostiene desde los comienzos del aprendizaje hasta la culminación en su etapa de producción artística destinada a presentarse ante un público.
La infinitud de lo efímero
En Expresión Corporal trabajamos con lo efímero. El despliegue poético se genera entre el vacío y el puro acontecimiento.
La improvisación como método de trabajo de búsqueda, exploración y hallazgo, guiada por un sentido lúdico y creador, centrado en el momento.
La improvisación –con sus componentes intrínsecos, la espontaneidad y la actitud lúdica, es un eje central de la Expresión Corporal que se sostiene desde los comienzos del aprendizaje hasta la culminación en su etapa de producción artística destinada a presentarse ante un público.
De allí surgen los gestos, el movimiento, la dramática, el despliegue poético encarnado y encarnando pluriforme en cada instante, para volver a desaparecer en el vacío de donde surgió, dejando como testimonio o memoria, una estela que se multiplica en el cuerpo del espectador que pone en juego su propia apertura sensible.
Ya sea como intérpretes o como espectadores, la espontaneidad nos sitúa en ojo del acontecer.
Desbordando el entendimiento
¿Qué expresa el artista? ¿Quién se animaría a firmar que ha capturado con su mirada un sentido que se arrogue único cuando el artista despliega su danza? ¿Quién podría reducir el gesto, la mirada, la actitud, el movimiento, en un significante unívoco que garantice el entendimiento, o en un acto analítico e instrumental que entiende el todo como la suma de las partes?
La danza en Expresión Corporal emerge desbordando lo inteligible, desafiando el entendimiento lineal. La expresión, no se agota en la transcripción de un mundo interno, personal del artista. No se limita a exponer un símbolo elaborado desde la conciencia en acuerdo con el intelecto, con lo inteligible que nos orienta en la vida cotidiana. Muy por el contrario, rompe los códigos habituales, desafía la emergencia de lo nuevo.
El sujeto creador, se presenta como fundador de un nuevo orden, de nuevas articulaciones, de nuevas estructuras, nuevos sentidos y, en esta práctica subjetivante, emerge convertido en autor de su propia danza.
Para ésto desde la Expresión Corporal proponemos espacios de experiencias diversas que apuntan en primera instancia a un habitar el cuerpo y desde él buscar nuevas formas de habitar el mundo. Se desarrolla así, con el tiempo, una presencia que aunque parta de procesos corticales —a través de técnicas conscientes— sobrepasa ampliamente la dimensión de la conciencia, el control y el dominio.
La idea de presencia que propongo, supera la noción de conciencia corporal. Incluso, el estado de presencia mencionado, muchas veces resulta luego de soltar la conciencia , configurada a través de la internalización de normas y valores sociales articulados a la experiencia individual que promueven la fijación de esquemas, tanto de pensamiento como perceptivos, motrices y afectivos, integrados en patrones bastante rígidos.
La experiencia artística, nos ofrece, tanto a artistas como a espectadores, la oportunidad de religarnos con el mundo, promoviendo una presencia diferente.
La Lic. Raquel Guido es Profesora de Expresión y Lenguaje Corporal, Lic. en Composición Coreográfica (UNA), Profesora de Artes (nivel universitario, UNA). Profesora universitaria regular: UBA (Facultad de Filosofía y Letras, Carrera de Artes) y UNA (Departamento de Artes del Movimiento, Cátedra de Expresión Corporal I y II ). Investigadora de la UBA UBACyT